Los lentes de contacto rígidos (LCR) son una ayuda óptica que ha estado disponible desde hace varios años.
Inicialmente eran lentes muy gruesos, de materiales poco refinados y por consiguiente incómodos y mal tolerados por el paciente a mediano y largo plazo; esto ha hecho que exista la creencia -infundada- de que aún hoy día es muy difícil adaptarse a estos lentes. Gracias a los avances en los materiales de fabricación y a mejores diseños de la forma y bordes de estos lentes, en los últimos años estos han sido utilizados de una forma masiva por los pacientes oftalmológicos.
El principio del lente de contacto rígido es ofrecer una superficie anterior regular -que reemplaza a la corneal- y de esta manera suprimir el astigmatismo. Además, el lente de contacto debe llevar un poder determinado de acuerdo al defecto refractivo esférico del paciente, pero teniendo en cuenta el lente lagrimal que se forma entre el lente y la córnea, pues este también influye en su poder final.
Lo más importante en el uso de los LCR es tener un buen método para la manipulación de los mismos. Esto incluye la postura, remoción, limpieza, almacenamiento y desproteinización.
Postura de los Lentes
Antes de manipular sus lentes de contacto, lávese bien las manos con agua y jabón, y séquelas completamente con una toalla limpia.
Para evitar confundir sus lentes, siempre manipule primero el lente del ojo derecho.
Hay dos movimientos naturales que usted como paciente debe evitar al colocarse los lentes: el deseo de apartar la mirada del lente y el deseo de cerrar los ojos. El parpadeo se controla abriendo el párpado superior con uno de los dedos de la mano libre, mientras uno de los dedos de la mano que tiene el lente de contacto retrae el párpado inferior.
Siempre coloque el lente de contacto sobre la yema del dedo índice de su mano dominante; no lo manipule con las uñas pues se lastimará sus ojos.
Entonces:
Tenga en cuenta que:
Remoción
La remoción de los lentes de contacto usualmente causa más ansiedad que la postura. El no poderse colocar un lente de contacto causa frustración, pero el no poderlo retirar puede causar desesperación y se crea un círculo vicioso.
El método más sencillo es el siguiente:
Limpieza
Usted debe limpiar sus lentes de contacto todas las noches después de retirarlos. Antes se utilizaban diferentes soluciones para lavar, desinfectar, desproteinizar y preservar, pero afortunadamente hoy en día
existen SOLUCIONES MULTIPROPOSITO que ofrecen todas esas funciones un un mismo producto.
Además, usted debe lavar el estuche de conservación una vez por semana con abundante agua corriente tibia y un poco de la solución limpiadora de los mismos lentes.
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